"Boycott" en el fast-fashion: Zara y Shein acusado de trabajo forzoso



En los últimos años, Zara y Shein, gigantes del fast fashion, han estado bajo intenso escrutinio debido a acusaciones de utilizar mano de obra forzada de la minoría étnica uyghur en sus cadenas de suministro, desatando una serie de boycotts por parte de consumidores preocupados por la ética detrás de la moda barata. Los uyghures, una minoría musulmana en la provincia de Xinjiang, China, han sido objeto de denuncias por parte de organizaciones de derechos humanos que señalan una represión generalizada, incluidas detenciones masivas en campos de internamiento. Informes adicionales indican que estas personas son forzadas a trabajar en diversas industrias, incluida la producción de algodón. Ambas compañías dependen en gran medida de la manufactura china, y dado que Xinjiang es un importante productor de algodón, surge la preocupación de que el algodón de esta región esté relacionado con el trabajo forzado. Informes sugieren que tanto Zara, propiedad de Inditex, como Shein podrían estar adquiriendo productos de fábricas que emplean a trabajadores uyghures, directa o indirectamente. Estas acusaciones han alimentado un creciente movimiento de boycott, con consumidores expresando su indignación en redes sociales y organizaciones como el Instituto Europeo Uyghur presentando demandas contra estas empresas.




Los boycotts tienen varias ventajas: pueden atraer una significativa atención mediática, destacando las prácticas cuestionables del país o empresa objetivo, presionándolos a abordar el problema; pueden causar daños económicos al objetivo, incentivándolos a cambiar su comportamiento para evitar más pérdidas; y actúan como un punto de encuentro para la indignación pública, influenciando a los gobiernos a adoptar una postura más firme mediante sanciones o presión diplomática. Sin embargo, también tienen limitaciones: suelen ser selectivos, enfocándose en empresas o países específicos mientras ignoran problemas similares en otros lugares, lo que puede generar acusaciones de hipocresía; pueden tener un efecto económico limitado, especialmente si el objetivo tiene una economía diversificada o mercados alternativos, y pueden perjudicar a trabajadores inocentes que dependen de la industria objetivo; y mantener un boicot requiere una indignación y participación pública sostenidas, lo cual puede ser difícil de lograr a largo plazo, llevando a una pérdida de impulso. Zara y Shein niegan el uso de mano de obra forzada, alegando tener sistemas de auditoría robustos, pero los críticos argumentan que estas auditorías a menudo son ineficaces, especialmente en el opaco entorno empresarial de China. Además, la escala y complejidad de las cadenas de suministro globales hacen difícil rastrear el origen del algodón y las prendas a través de múltiples fábricas y países, facilitando la infiltración del trabajo forzado. Aunque los boicots pueden presionar a las empresas, se necesita un enfoque multifacético. Por ejemplo, Parks (2023) afirma que: la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. ha implementado la UFLPA que prohíbe específicamente la importación de bienes resultantes del trabajo forzoso en China, específicamente en el área de Xinjiang. Además, mecanismos de monitoreo y verificación independientes son cruciales, y la colaboración entre gobiernos, ONG y empresas es vital para asegurar prácticas de abastecimiento éticas en toda la cadena de suministro. Los consumidores también tienen un poder significativo; al demandar transparencia y producción ética de las marcas, pueden impulsar el cambio. Investigar los esfuerzos de sostenibilidad y las prácticas laborales de una empresa permite decisiones de compra informadas. La lucha contra el trabajo forzado uyghur en las cadenas de suministro de la moda continúa, y los boycotts siguen siendo una herramienta poderosa para crear conciencia y presionar a las empresas. Sin embargo, las soluciones a largo plazo requieren acción colectiva de gobiernos, ONG y consumidores, y solo a través de un esfuerzo combinado, la industria de la moda puede realmente liberarse del trabajo forzado y asegurar prácticas éticas en todo su ciclo de producción.






Referencias
  • https://glc-inc.com/2023/03/que-es-la-ley-de-prevencion-del-trabajo-forzoso-para-uigures-de-2021/?lang=es
  • https://gflc.ca/zara-and-the-uyghur-crisis-is-there-forced-labour-in-inditexs-supply-chains/ 

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