La cadena de suministro está definida conjunto de actividades y procedimientos necesarios para llevar a cabo un proceso de venta (QuadMinds, 2021). En el caso automotriz se entendería como los procesos que permite la fabricación y ensamblaje de vehículos, desde la adquisición de materias primas hasta la entrega del producto final al consumidor. Este proceso implica una red global de proveedores, subcontratistas y fabricantes que colaboran para garantizar la eficiencia y competitividad del sector. Sin embargo, detrás de esta sofisticada red se esconde una realidad preocupante: la explotación laboral. La explotación laboral se define como el trabajo forzoso, la servidumbre y la esclavitud (OIT, 2017).
En las cadenas de suministro automotrices, la explotación laboral ocurre a menudo en los niveles más bajos de la cadena, donde los proveedores de materias primas y componentes pueden no cumplir con estándares laborales adecuados. Este problema se agrava cuando las empresas automotrices, conscientes o no, adquieren productos o materiales de regiones donde se practica el trabajo forzoso, como es el caso de Xinjiang, en China.
La implicancia de los uigures en este contexto es crucial. Los uigures, una minoría étnica principalmente musulmana que habita en Xinjiang, han sido objeto de una brutal represión por parte del gobierno chino. Esta represión incluye detenciones masivas, campos de internamiento y programas de trabajo forzoso diseñados para asimilar y controlar a la población uigur. La producción de aluminio en Xinjiang, en la cual se ha documentado el uso de mano de obra uigur bajo condiciones coercitivas, alimenta indirectamente las cadenas de suministro globales, incluyendo la industria automotriz.
El informe de Human Rights Watch titulado "Asleep at the Wheel: Car Companies’ Complicity in Forced Labor in China" expone cómo varias compañías automotrices globales, como General Motors, Tesla, Toyota y Volkswagen, no están tomando medidas adecuadas para mitigar el riesgo de que sus cadenas de suministro de aluminio estén vinculadas con el trabajo forzoso en Xinjiang. A pesar de los principios rectores de las Naciones Unidas sobre empresas y derechos humanos, estas empresas han sido acusadas de no realizar suficientes controles de diligencia debida para garantizar que sus proveedores no estén involucrados en violaciones graves de derechos humanos.
Finalmente, es fundamental que las empresas automotrices no solo cumplan con las normativas legales internacionales, sino que también asuman una responsabilidad ética y moral más allá de las fronteras de sus operaciones directas. La complicidad, consciente o no, en la explotación laboral y los abusos de derechos humanos debe ser abordada con seriedad y transparencia. Los consumidores y los gobiernos tienen un papel crucial en exigir estándares más altos y en garantizar que las empresas respondan por sus prácticas en todas las etapas de su cadena de suministro global.
Referencias:
- Organización Internacional del Trabajo (2017). HABLEMOS DE EXPLOTACIÓN LABORAL https://www.ilo.org/es/media/66806/download
- Human Rights Watch (2024). China: Automotrices implicadas en trabajo forzoso de uigures. https://www.hrw.org/es/news/2024/02/01/china-automotrices-implicadas-en-trabajo-forzoso-de-uigures
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